miércoles, 30 de marzo de 2011

Cada Ministro Cristiano debe tener llamamiento para ser siervo de Dios.


Si se es llamado al Ministerio cuenta con el respaldo de Dios. Existe una relación entre Dios y Cristo y el Espíritu Santo para guiar ese ministerio, hasta donde Dios quiera llevar al siervo que él ha llamado para trabajar en su obra, el siervo buscara agradar a Dios.

Sin embargo existen dos personalidades distintas en la actualidad en la casa de oración, iglesias o misiones, son los ministerios de culto que los han hecho pastores sin tener llamamiento de Dios, por medio de un título secular intelectual que los acredite como pastores de alguna congregación cristiana evangélica con capacidad intelectual.

La otra personalidad que se ve, es el que no tiene llamamiento de Dios, ni posee título alguno simplemente él encuentra un medio de sobrevivencia colocándole al frente de una noble congregación cristiana para que cubran todos sus gastos económicos a cambio de predicar  un  evangelio fácil de vivir, lleno de libertinaje, pues este ve el recurso económico como prioridad para él tratando de buscar su propio beneficio, descuidando el estado espiritual de la congregación y los conduce al estado emocional al conformismo solo para entretener a la congregación.

Pues Dios está buscando hombres y mujeres espirituales, para trabajar en su obra, que tengan el deseo de servirle a Dios con todo su corazón, mente, alma y cuerpo dedicaré al ministerio bajo la autoridad de Dios a través de obediencia y humildad.

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